martes, 2 de noviembre de 2010

La mente y la realidad... es de chiste.




Muchos piensan al ver una escultura, una pintura, una fotografía, en definitiva, una representación visual o mejor dicho, cualquier cosa que entre a través de su retina, tacto, oido u olfato que "es la realidad". Que todo lo que entra por nuestros sentidos, es real. Qué en el caso de la pintura o la fotografía, como ha sido el caso de la "censura", "retirada", y "rapto" (esta me encanta!!!) de la obra , se debe interpretar que lo que cada uno ve es real. Si yo veo un pene, es porque el artista lo a colocado, pintado, dibujado, fotografiado, a propósito y para escandalizar mi candorosa sensibilidad. Si veo un niño desnudo, es apología de la pederastia; si veo una correa, es apología de la violencia infantil; si veo una adolescente con líneas dibujadas sobre sus articulaciones, es apología de la violencia, otra vez... ¡¿es una joven descuartizada?!... Estos son sólo algunos ejemplos de lo que mi obra, y cualquier obra que lancéis a la vista del espectador puede dar de sí. Es el artista el que se "muestra" a sí mismo, con sus inquietudes, sus anhelos y su Ego. Pues bien, lo cierto es que todo lo que uno percibe sobre el papel fotográfico o sobre el lienzo, o sobre todo aquello que nos rodea, es simplemente maya, ilusorio. Pero sin irnos a términos que utilizamos en yoga, se trata de que nuestra mente, que es una herramienta hiper-utilizada por el ser humano, interpreta la "realidad", en base a la información contenida en la memoria, en la experiencia y en todo lo que en ella hay registrado. Es capaz de crear y elaborar, visiones e interpretaciones de todo lo que circunda en base a conocimientos adquiridos en el pasado. Esto no significa que interprete siempre correctamente, sino que a menudo sobrecarga de sentido todo aquello que percibe. Esto se da sobre todo en nuestra sociedad de consumo, de masas, de la imagen. Todos procedemos igual, indepependientemente de si, por ejemplo cuando los primeros exploradores británicos llegaron a Madagascar, Australia, Nueva Zelanda, algún lugar lleno de fauna desconocida en su continente, y vienan un Lemur o un Perezoso, tal vez pensaron que se trataba de un ser antropomorfo como...vez un hada, duende o troll, pues no serían capaces de asociarlos a la familia de los primates conocidos, pero si tal vez su mitología tradicional pagana unido a sus deseos de encontrar seres maravillosos y mágicos... Hasta que tras la primera impresión,lograban categorizarlos, y etiquetarlos. O por ejemplo los primeros nativos americanos al ver las carabelas españolas de Colón, con sus grandes velámenes, pensarían que eran nubes, raras y que aquellos hombres vestidos de metal y de piel blanca eran dioses...


Me gustaría acabar esto con un chiste que me contaron recientemente a propósito de esto:



Está Jaimito en el cole, y la profesora está dibujando formas geométricas. Va la profesora y le pregunta a Antoñita: Antoñita, ¿qué es esto? Y contesta Antoñita: un triáaaangulo. La profesora dibuja en la pizarra y pregunta: A ver Pepito, ¿qué es esto? Y Pepito responde: Un cuadraaaaado. De nuevo la profesora dibuja en la pizarra y le pregunta a Jaimito: A ver Jaimito, ¿qué es esto? Y Jaimito grita: ¡¡Un coñoooo!! . ¿¿¿¡¡¡Cómo!!!??? responde azorada la profesora. Sí sí, grita Jaimito, ahí hay un coño. La profesora preocupara llama al padre de Jaimito, pidiéndole que se acerque a la escuela para hablar con él. Cuando este llega, la profesora le dice que su hijo Jaimito, cuando ella le muestra un "rombo" dibujado en la pizarra, este dice que es un "coño". Y el padre le contesta: ¡Mujer!, ¡es que le enseña unas cosas!

Quién quiera entender que entienda.




¿Y tú qué ves?:







Test de Rorschach

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