Cuando tenía 18 años, operaron a mi abuela de una rodilla. Estuvo una semana, puede que más, ingresada en el hospital recuperándose de la intervención, por que además de mayor era/es diabética. Compartía la habitación con una monjita, la hermana Clara, que había sido operada de la cadera. Junto a ella siempre había otra monja que le hacía compañía. Yo por aquel entonces no sabía mucho de las diferencias entre unas monjas y otras, órdenes, etc... La monjita alegremente me contó en una de esas ocasiones mientras estuve allí, que ella se llamaba Clara por el nombre de Santa Clara de Asís la fundadora y madre espiritual de su orden recibiendo el nombre de Hermanas Clarisas o 2º orden Franciscana, ya que era la orden femenina de la ya anterior orden de frailes que creara San Francisco de Asís. Yo por aquel entonces no tenía ni idea de quién era Santa Clara, pero sí sabía algo de San Francisco. Había tenido hacía años un cuento ilustrado para niños que contaba la historia de Francisco y el Lobo de Gubbio, y sabía que era conocido por amar profundamente a los animales y a la naturaleza. La hermana Clara, me contó lo joven que era Santa Clara (aproximadamente la mi misma edad que yo en ese momento) cuando decidió escapar de la casa de su padre para unirse a Francisco y el resto de frailes para vivir una vida de pobreza, humildad, sencillez y alegría por amor a Dios y a ejemplo de Jesucristo.
Me impresionó enormemente la fortaleza de aquella mujer y aquel hombre medievales que dejaron atrás las vanidades de su siglo (como suele decirse en sus textos). Desde entonces mi admiración por ellos a ido creciendo. Clara deseaba seguir los pasos de Francisco; caminar, peregrinar, predicar, atender a los leprosos como hacía los frailes pero supongo que en aquella época se vió obligada a aceptar vivir la vida de pobreza en clausura.
Francismo, dejó un legado espiritual que va más allá de la fe cristiana. El llegó a conocer a Dios a través de la Creación. Cuántas veces citaba fragmentos de los evangelios en los que Jesús enseñaba hablando de las aves y de las flores como modelo de sencillez y confianza en la providencia:
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? (...) ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. (...) Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! (Mateo 6. 26-30)
De Francisco decían que predicaba a las aves y estas se posaban junto a él para escucharle y cantar alabanzas a Dios.
Siempre que paseo a mis perros, aprovecho esos instantes para realizar meditación andando. Observando dónde se apoyan mis pies, con la atención en la respiración... Y aunque a menudo y al igual que durante la meditación de la mañana sobre el cogín a los pies de mi cama, vienen cientos de pensamientos en tropel. Pero cuando realizo la meditación andando, tengo a mi alrededor los árboles, el cesped, el agua de la fuente, el suelo arenoso o mojado, la luz del atardecer o la noche, la brisa... No es lo que se dice estar "en plena naturaleza", pero por alguna razón cuando prestas atención a la existencia de aunque sea un "triste" árbol en medio de la ciudad, es como si se reconociera en él la esencia vital que nos une a todos y a todo con el Todo. Reencontrarte con tu naturaleza más primigenia.
Es durante esos paseos contemplativos que puedo compartir el bhakti yoga, la devoción de San Francisco. Me viene siempre a la mente su Cántico de la Criaturas. ¡Criaturas!, que hermosa palabra. Son los que son alimentados, criados, cuidados por su criador, por Dios. Criaturas son los bebés, las crías de cualquier especie animal. El Cántico, es una alabanza a Dios a través de la naturaleza, a través de su sencillez, humildad, alegría e inocencia, como la de los bebés, recién llegados a la vida fuera del vientre materno y al mundo.
CÁNTICO DE LAS CRIATURAS*
Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que
mueran en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad.
* El Cántico de las Criaturas es conocido también como Alabanzas de las Criaturas e Himno de la Hermana Muerte
Que suerte!!Disfrutas de una experiencia muy bonita.
ResponderEliminarTodos podemos disfrutar de esta experiencia. Aquietando la mente y permitiendo que la perfecta "contemplación"/observación, sin juicios ni valores emitidos por nuestra razón, emborronen la visión de las cosas "tal cual son", "tal cual ocurren". "Mirar profundamente" dice el maestro budista Thich Nant Hanh, "significa observar algo o a alguien con tanta concentración que la distinción entre el observador y lo observado desaparece. El resultado es percepción interior de la verdadera naturaleza del objeto>". Y la verdadera naturaleza del objeto, siempre es Dios.
ResponderEliminarQué bueno! Yo me sentí muy conectada a S. Francisco durante el camino de Santiago, hay un albergue con su nombre en Tosantos...y conocí a un italiano que me habló del camino de Asis (www.diquipassofrancesco.it), que supongo será mi próximo viaje "espiritual". Muy inspirador este santo, con su inocencia, su ternura, su profundo respeto a toda la Creación :) *Edu*
ResponderEliminarGracias Edurne ;p, que buena propuesta la del Camino de Asís, no tenía ni idea. Un abrazo
ResponderEliminarPor si alguien quiere más información del Camino de Asís, he aquí un peregrino con el que coincidí rumbo a Santiago que también está bloggueando su ruta a Asís. Ah! Pero en francés...
ResponderEliminarhttp://olivierasantiago.blogspot.com/