Este mensaje del Papa Francisco me reconforta, me tranquiliza, me sana, me confirma lo que ya se, lo que ya he llevado a mi vida desde hace mucho tiempo, desde donde logro recordar. Sólo el perdón nos libera del odio, del rencor, de la ira... y nos permite seguir, e ir más allá, cerrando heridas. Pero para perdonar debemos ser humildes, libres de Ego. Estoy dispuesta, cada día una y otra vez, perdonarme a mi misma y perdonar a los demás. Tal vez los demás, puedan también perdonarme a mi.
"No existe familia perfecta. No tenemos padres perfectos, no somos perfectos, no nos casamos con una persona perfecta ni tenemos hijos perfectos. Tenemos quejas de unos a otros. Nos decepcionamos los unos a los otros. Por lo tanto, no existe un matrimonio saludable ni familia saludable sin el ejercicio del perdón. El perdón es vital para nuestra salud emocional y sobrevivencia espiritual. Sin perdón la familia se convierte en un escenario de conflictos y un bastión de agravios. Sin el perdón la familia se enferma. El perdón es la esterilización del alma, la limpieza de la mente y la liberación del corazón. Quien no perdona no tiene paz del alma ni comunión con Dios. El dolor es un veneno que intoxica y mata. Guardar una herida del corazón es un gesto autodestructivo. Es autofagia. Quien no perdona enferma físicamente, emocionalmente y espiritualmente. Es por eso que la família tiene que ser un lugar de vida y no de muerte; territorio de curación y no de enfermedad; etapa de perdón y no de culpa. El perdón trae alegría donde un dolor produjo tristeza; y curación, donde el dolor ha causado enfermedad"
Papa Francisco
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